domingo, noviembre 09, 2008




Aunque me interesan los grandes acontecimientos, lo curioso es que a veces lo que más me llama la atención suelen ser esos pequeños detalles a los que casi nadie presta atención.
Por ejemplo, de todo lo que leí cuando el 11-S lo que más me sorprendió fue cuando hablaban del funcionamiento diario de las Torres Gemelas. Decían que a las cinco de la tarde empezaban a vaciarse y a las seis en punto se cerraban a cal y canto. Y nosotros aquí perdiendo el tiempo con el tan traído y llevado asunto de la conciliación familiar con lo fácil que sería imponer una medida como esta.
Con las primarias me quedé enganchada con el vídeo del Yes We can (Y por supuesto, me indigné cuando los de Cuatro sacaron su Podemos como eslogan para la Eurocopa, aduciendo que se habían inspirado en ese vídeo. ¿Inspirado?, hombre, no sé, yo díría copiado literalmente.)
Ahora con la elección de Obama, me he enterado de que en la escuela tienen una asignatura que se llama Show and tell, que quizás sea la responsable de que los discursos de Obama, e incluso de McCain, estén a años luz de los que tenemos que sufrir aquí, ya vengan de nuestro querido Presidente o de la insufrible oposición.