miércoles, febrero 08, 2006




No sé al final como quedará la Ley de la Garantía de la Igualdad entre Hombres y Mujeres, pero creo que debería cogerse el toro por los cuernos e incluir dos medidas que me parecen definitivas:
La primera sería impedir los horarios desmesurados en las empresas que son todo menos productivos. Entrar a las ocho y salir a las cinco con una hora para comer y, así, quedaría tiempo para dedicarlo a los hijos, a los amigos, a la pareja y, sobre todo, a uno mismo. Eso de ir a la empresa a echar horas en vez de a producir resulta decimonónico y creo que es la principal barrera para que las mujeres puedan desarrollar su carrera profesional sin tener que renunciar a todo lo demás.
Lo segundo se me acaba de ocurrir pero es de sentido común. Propongo que se acabe con la baja maternal. Sí, así como lo oís. Creo que las mujeres deberían estar de baja médica los días siguientes al parto, unas más y otras menos según las complicaciones que haya podido haber, si ha habido cesárea, etc. Y en lugar de la baja maternal se crearía una baja por hijo repartida al cincuenta por ciento entre el padre y la madre: ocho semanas para cada uno y sin posibilidad de cedérsela uno a otro.
Eso sí me parece a mí igualdad y no las discriminaciones positivas que se suelen sacar de la manga en ocasiones como ésta.