jueves, febrero 02, 2006




Me advertía el otro día el casi siempre lúcido Sr. Dito, de nombre Jody, en un comentario a un post antiguo, de que estoy en una edad muy mala para la seducción. Y no dejo de darle vueltas al asunto. Nunca se me había ocurrido pensar que hubiera una edad mala para eso.