jueves, diciembre 01, 2005




Algunos siempre pensamos que la Iglesia era una institución obsoleta y anclada en el pasado. Pues bien, parece que las cosas están cambiando dentro de su seno y acaban de anunciar un reajuste en sus territorios del Más Allá. Como consecuencia de ello parece ser que van a cerrar el limbo. Los problemas vienen porque aún no saben donde reubicar las almas que están allí y es que en este espacio celestial, no sólo están los niños muertos antes de recibir el bautismo, como yo siempre pensé, sino también los que dejaron este mundo antes de que Jesús viniera a redimirnos.
Con los niños están dispuestos a ser indulgentes y a acogerlos en el cielo gracias a la misericordia de Dios, pero a los otros no saben dónde recolocarlos. La misericordia de Dios no debe dar más de sí por lo que parece. Y yo me pregunto que por qué no les dejaron en su momento donde fuera que estuvieren. Francamente, no me parece de recibo tenerles acogidos durante más de dos milenios y ahora sin más amenazarles con el cierre. Digo yo que las almas también tendrán derechos adquiridos. ¿O no?