Contaba en una entrevista Jerry Hall, la ex mujer de Mick Jagger, que cuando se casó con el cantante su madre le recordó un dicho muy antiguo. Ese que mantiene que una mujer casada lo mejor que puede hacer es ser un ama de casa en el salón, una manitas en la cocina y una puta en la cama. Escuchó a su madre pero, en vez de hacerle caso, decidió subcontratar los dos primeros y reservarse el tercero para ella.
A la vista de los resultados me pregunto si se pasó subcontratando o, por el contrario, se quedó corta.