jueves, mayo 26, 2005




La semana pasada, mientras preparaba el post que colgué ayer, me sorprendí al ver que varias veces al día llegaban a mi blog buscando "fotos bajo la falda". No le encontraba explicación a esta entrada hasta que leí esta noticia que me abrió los ojos.
Parece ser que los responsables de las grandes compañías del metro y los ferrocarriles de Tokio se han visto obligados a separar a hombres y mujeres de sus atestados vagones para evitar el manoseo de algunos y la toma de fotografías obscenas de forma clandestina, casi siempre con móviles, bajo las faldas de algunas viajeras desprevenidas.
Estos vagones femeninos, que sólo funcionan en las horas punta, van señalizados con una pegatina rosa y, según cuentan, se disfruta en ellos de un ambiente màs distendido y colorido que en el exclusivo para chicos, tanto es así que los hombres empiezan a quejarse por esa discriminación.
También dicen que esas situaciones se producían porque los trenes suelen acoger en hora punta hasta tres veces más pasajeros de los que deberían. Y yo me pregunto si no hubiera sido más acertado multiplicar por tres el número de convoyes en ese horario, en vez de montar el numerito rosa.