lunes, mayo 30, 2005




Cuando era pequeña solía acudir al salón de mi pueblo siempre que traían una orquesta. Íbamos todas las amigas y normalmente sólo bailábamos entre nosotras, aunque la mayor parte del tiempo lo que hacíamos era jugar y corretear entre las parejas, que nos dirigían furibundas miradas por interrumpir su cortejo. Una tarde, en uno de los descansos de los músicos, se subíó un muchacho al escenario y micrófono en mano pidió un momento de silencio. Tuvo que insistir, pero al fin consiguió que todos se callaran y prestaran atención a lo que tenía que decirnos. Se puso muy serio y dijo: "Disculpen, pero tengo un recado urgente para Isabel Castillo, su familia le pide que vaya a casa rápidamente que acaba de ser madre". Estuvimos durante días riéndonos con esa tontería, aunque nunca pudimos imaginar que algo tenía de premonitorio ese aviso.
Y lo he sabido hace unos días cuando Sharon Stone ha abandonado intempestivamente el rodaje de la segunda parte de Instinto Básico al conocer la noticia de que acababa de ser madre.