"Todo hombre a partir de los 40 es responsable de su cara", decía Pavese. Eso era hasta ahora porque las nuevas tecnologías acaban de quitarnos de un plumazo esa responsabilidad de encima. Científicos del Laboratorio de la Percepción de la Universidad escocesa de Saint Andrews han desarrollado un sofware que predice cómo será nuestra cara dentro de cuarenta años. También convierte un rostro asiático oriental en asiático occidental, o uno caucásico en afrocaribeño, e incluso te puedes ver como hubieras quedado si te hubiera retratado Botticelli, Modigliani o El Greco. Lo más de lo más es contemplar cómo serías si en vez de humano hubieras sido mono, y es que a veces el resultado no difiere mucho del original.
A mí todo esto me parece muy bien pero me resisto a creer que Dorothy Parker hubiera llegado a tener la cara que tuvo al final de sus días si hubiera sido una pavisosa beata de misa diaria.