Damos la bienvenida a Mr. Peep que puntualmente nos acompañará cada lunes desde su sección Los lunes con Mr. Peep. Quiero agradecerle su presencia y decirle que para este blog es un auténtico lujo y un privilegio contar con su colaboración. Y ahora os dejo con él.
Se lo dije: te vas a enganchar. Y se enganchó.
Asisto atónito a la abducción progresiva de Bo (la llamaré así) por este blog. Sabía de su temperamento adictivo, de su exhibicionismo y afán protagonista. Pero nunca pensé que llegaríamos a esto. ¿Y qué es esto? Se presume que las parejas que han convivido años, estables, sólidas, saben todo el uno del otro. O casi todo. Al menos, lo esencial. Esto es lo que todo el mundo quiere creer, o hacer creer de su relación de pareja, pero como todo el mundo sabe, es falso. Y en éstas apareció Internet y la banda ancha.
Lo que Bo cuenta se corresponde en un porcentaje muy importante con lo que sé de ella; sin embargo, cuando por las mañanas abro su blog, para ver que ha colgado la noche anterior, descubro matices de su vida, o de nuestra vida en común, que me obligan a reflexionar sobre mi propia experiencia, mi pasado y mis deseos. Y en muchas ocasiones me he quedado con ganas de opinar, de dar otra versión. O dar detalles que ella elude.
Creo que está jugando con fuego al abrirme esta puerta.