martes, marzo 29, 2005




Los que me quieren me reprochan que no deje ningún hueco de la prensa sin escudriñar. Dicen, y no se equivocan, que leo hasta las esquelas funerarias. Y es que nunca se sabe. Esta que transcribo, y que publicó la semana pasada el diario El País, consiguió emocionarme y me pareció de una belleza impagable.


XI ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE

ELENA
LUPIÁÑEZ
SALANOVA


Elenita:
Boris y Yuri han sufrido la cercanía de una tragedia atroz. El horror que han vivido por la muerte de Lamberto ha puesto en su conocimiento lo que por edad no conocieron cuando la obscenidad de la tuya.
De todos modos, la vida, ese desconcierto, y el conflicto doméstico siguen tan campantes: el griterío y las calzoncilladas de la televisión (no puedes imaginar su nivel y cuantía) no logran silenciar a John Coltrane y Dave Brubeck, tus favoritos.
J.L. Casaus