lunes, enero 10, 2005




"Más de medio centenar de españoles, en concreto 56, se las ingeniaron el pasado año para simular su muerte e intentar que las aseguradoras con las que habían suscrito un seguro de vida les abonaran una indemnización por su supuesto fallecimiento."

De piedra me he quedado al leer esta noticia, sobre todo porque según los informantes en algunos casos el importe del seguro a cobrar fraudulentamente era de poco más de 500 euros. Lo que no dicen es si se trataba de gente solitaria o involucraban a toda la familia, obligándola a simular el duelo y a tirar el dinero gastándose los cuartos en misas de funeral por el alma del finado.
Lo que me reconcome desde que leí esta noticia es que no paro de pensar si también este hecho se dará en el mundo blogueril. ¿Se podrá contratar un seguro de vida para tu blog y acabar con él para hacerte con la pasta? Y no es que sea mal pensada pero tengo mis razones para sospechar que esta picaresca pueda alcanzar también a los blogueros más experimentados. Porque, sin ir más lejos, a ver dónde se han metido pico y almu. No sé por qué, pero con lo listos que son, en estos momentos estarán celebrando sus exequias virtuales en una playa paradisíaca y entrando en el cibercafé del hotel para compadecerse de los pobres escribientes que, por falta de astucia, seguimos aquí dándole a la tecla.