sábado, septiembre 25, 2004




Siempre me ha encantado seducir. Siempre me ha fascinado el coqueteo. Lo que nunca me he consentido han sido los equívocos. Y he sido muy clara. Siempre he ido con la verdad por delante. Cuando he tenido pareja lo he dicho de entrada para evitar malos entendidos.

Temía que esa confesión los ahuyentara pero, curiosamente, eso era lo que más les atraía.