viernes, julio 02, 2004




Nunca juego a la lotería ni a cualquier otro juego de azar. La razón es muy simple: tengo la certeza de que no voy a ganar. He conseguido muchos logros a lo largo de mi vida, casi todo en lo que me he empeñado, pero la suerte no ha sido más que una triste figurante. Nunca he querido darle papeles protagonistas: ni a la buena ni a la mala suerte. Nunca he querido reprocharle nada ni tener que agradecerle nada. Y he tenido bastante suerte, la verdad.