martes, julio 20, 2004




"La mayoría de las mujeres tienen una adolescencia exaltada, se interesan mucho por los chicos y el sexo; poco a poco se cansan, tienen cada vez menos ganas de abrir las piernas, de curvar la espalda y presentar el culo; buscan una relación tierna que no encuentran, una pasión que ya no son realmente capaces de sentir; entonces empiezan para ellas los años difíciles." Lo leía anoche en una novela de Houellebecq y consiguió desasosegarme. Cerré Las Partículas Elementales y los ojos y me repetí lo que siempre me digo cuando leo algo de él: me encanta el humor de este tío pero no deja de joderme su mala leche. Debí pensar en otra cosa, y en otra, y creo que me adormilé sentada en la cama.

De repente noté los ojos húmedos y sentí un estremecimiento. Había olvidado a Houellebecq y me había dejado llevar por la música que me llegaba desde el salón. Era una viola de gamba. Era Marais. Era Jordi Savall. Y pensé que aunque hubiera años difíciles siempre quedaría música como ésta.