Estoy esperando el puente aéreo. Cuando embarque me acurrucaré en mi asiento, cerraré los ojos y dedicaré todo el tiempo del vuelo a pensar en ti. Te imaginaré sentado a mi lado y mirándome golosamente, volviéndote hacia mí y obligándome a mirarte, haciéndome asomar una risa nerviosa que me delata... y te anima a seguir. Y a llevar tu mano hacia mi cuello y a meter tus dedos entre mi pelo. Mientras, siento tu otra mano en mi rodilla, buscando un hueco en donde perderse. Y encontrándolo.