miércoles, julio 07, 2004




De vez en cuando, una amiga me recriminaba, entre risas, por ligar con un chico que, según decía, se nos había acercado por ella. Un día caí en la cuenta de que todas las amigas que tenía eran chicas insoportablemente bellas. No creo que lo hiciera a propósito, quiero decir, que eligiera a mis amigas por su aspecto físico. Lo cierto es que noche tras noche, "él", quien fuera, se quedaba conmigo. Esto me confirmó algo que había intuido siempre: que lo mío son las distancias cortas.