miércoles, mayo 19, 2004




Me gustan las adolescentes que pinta Balthus, con sus piernas siempre en danza, con el pie distraídamente apoyado en el borde de la silla, ingenuas en su actitud e involuntariamente perversas en su desnudez y en su gesto ausente y despreocupado.

Me gustan las mujeres que pinta Edward Hopper, apoyadas en la barra de un bar, sentadas en la cama de un hotel o en la mesa de un café, de pie ante una puerta o frente a una ventana, ensimismadas, cansadas de no se sabe qué...

Me gusta como los pintores llaman a esos cuadros: mujer con guitarra, muchacha con guantes, mujer en la ventana, niña con sombrero, chica con falda roja...