jueves, mayo 06, 2004




Le pido que me conteste. Se ríe de nuevo y dice que pensaba que era una pregunta retórica, y que claro que le encantaría tener una geisha en casa, que a quién no. Nos acercamos a la barra y él se sienta en un taburete; me meto entre sus piernas y le digo al oído que estreno medias. Me sonríe y me pregunta que si medias-medias o panties, le contesto que me está ofendiendo y levanto la falda levemente hasta que aparece el borde de la blonda, luego la dejo caer de nuevo con un gesto pudoroso y salimos hacia el restaurante.
Cenamos como en una nube y al terminar nos vamos directamente a casa. La canguro se levanta al oírnos llegar y nos dice que nuestro hijo se tomó toda la cena y se acostó a la hora pactada.